La modernización de la Planta de Potabilización La Ayurá ha cumplido exitosamente dos de sus cuatro grandes hitos para seguir prestando un servicio de acueducto con calidad a sus usuarios.
El pasado 12 de marzo, EPM finalizó el cambio de las tres compuertas que componen la torre de captación en el embalse La Fe, por donde ingresa el agua cruda para ser tratada en la planta La Ayurá. Conoce aquí cómo hemos avanzado en este propósito.
Foto de labores de cambio de compuertas en el embalse La Fe
Algunas personas del equipo que participó en las labores de cambio de las compuertas
Con una inversión cercana a 250 mil millones de pesos, EPM avanza en la modernización de la planta de potabilización La Ayurá, ubicada en la Loma del Chocho del municipio de Envigdo, que suministra agua potable a los habitantes del sur y centro del Valle de Aburrá.
El proyecto avanza en un 42% y ya ha alcanzado dos de los cuatro frentes de trabajo de su modernización: estructuras de salida y compuertas; quedan por efectuar el componente de aducción y el de procesos físico – químicos.
Estructuras de salida (tanques) construidos en la planta La Ayurá
Torre de captación en el embalse La Fe
Para efectuar el cambio de cada una de las compuertas, fue necesario instalar un tablero de seguridad o tapón de 250 kilos para impedir el flujo de agua hacia la planta La Ayurá. Esta maniobra realizada por personal de EPM, interventoría y contratistas, entre los que se encontraba un equipo de buzos industriales, permitió garantizar la seguridad del personal y de la operación.
Trabajos bajo el agua – Aprendizajes y retos
Los trabajos en La Fe, uno de los embalses más emblemáticos de EPM, incluyeron el mejoramiento de equipos en la torre de captación de agua cruda y la actualización tecnológica de las compuertas. Tras 50 años de operación, esta intervención fue necesaria debido al grado de obsolescencia tecnológica y al cumplimiento de su vida útil.
Para el líder del proyecto, Andrés Mauricio Escobar Palacio “cada componente del proyecto es un proyecto independiente, con altas inversiones humanas, financieras y logísticas. Este hito requirió implementar alta tecnología para el montaje y desmontaje de las tres compuertas y las labores subacuáticas, con la participación de buzos industriales expertos, quienes desde el exterior y el interior de la torre taponaron personalmente las captaciones para permitir los trabajos, sin parar la operación de la captación por largas jornadas. Estas acciones implicaron interrumpir el servicio de acueducto en cuatro oportunidades y se efectuó de manera coordinada entre muchas áreas de la organización, la interventoría y las firmas contratistas, así como también con la comprensión de las administraciones municipales y los ciudadanos”.
Walter Saldarriaga, en el medio, con dos de los buzos participantes
Para Walter Saldarriaga, quien gestionó técnicamente el componente de cambio de compuertas en el embalse La Fe, los principales retos que se afrontaron fueron:
Dentro de los aprendizajes más importantes, Walter resalta:
Componente ambiental
Para Luisa Tatiana Salazar Jiménez, profesional ambiental, el reto más importante de los trabajos realizados fue el de poder efectuar las actividades conservando la armonía y dinámica que presenta el territorio, impactando lo menos posible los procesos naturales que allí se dan.
El adecuado manejo de los residuos y del ruido que se generaban en las distintas actividades permitió que no se proliferaran plagas pero que tampoco se ahuyentara la fauna existente en el embalse. El impacto visual fue mínimo para la comunidad del sector y los visitantes del parque. Se destaca que durante la actividad de remoción de sedimentos que fue necesaria en la última etapa de la intervención, no se generaron ruidos, olores desagradables ni cambios significativos en la coloración del agua superficial, esto fue posible gracias a una adecuada planeación, utilización de equipos especializados y personal altamente calificado en la ejecución de estas maniobras.
Componente social
Julieta Tamayo, profesional social, destaca que uno de los aprendizajes fue que el relacionamiento directo que se hizo en el parque con los visitantes que usarían los botes era necesario y se vio reflejado en la respuesta de cada uno porque tenían buena disposición y acataban la sugerencia de no pasar por medio de los trabajos y la torre. Fue indispensable este acercamiento para evitar accidentes o que se entorpecieran las labores.
La instalación los nuevos equipos en el frente de las compuertas, con elementos fabricados con materiales de última generación, garantizará por 50 años más, el funcionamiento de la torre de captación y la prestación del servicio de acueducto con calidad en el Valle de Aburrá.